Por: Juan Alberto Sánchez García La cantera de creadores en las diferentes áreas del conocimiento que posee el Táchira, es digna de un gran programa de incentivo, promoción y estimulo, que permita sacar a flote los conocimientos, las ideas ya plasmadas en proyectos y las que aún están madurándose, de un buen grupo de talentosos tachirenses.
La innovación podríamos decirlo, es una acción intrínseca al ser humano, toda persona que está frente a cualquier actividad en la vida, siempre tiene la virtud como ser racional de pensar en solucionar tal o cual situación y por lo tanto desarrollar una innovación.
Los países que han logrado desarrollo e independencia, lo deben en buena medida, a la dedicación de recursos económicos que han puesto al servicio de la innovación, como el camino seguro y firme a la independencia tecnológica.
Por ello, no es casual que siempre se hable en los países de alta competitividad de que su principal secreto es la innovación, de ahí parten para estimularla y hacerla suya; con el principio de que el que innova llega primero, el que copia, llega tarde.
En el Táchira es llamativo encontrar en todos los rincones de su geografía, a personas que practican diariamente procesos de innovación en sus actividades diarias y en todas las disciplinas del conocimiento, a ellos, hay que captarlos con un sencillo programa de estímulo, que les permita perfeccionar su innovación y ponerla al servicio de la sociedad venezolana.
La gobernación del Táchira debe abrirle un espacio dentro de su plan de desarrollo económico y social a los innovadores, y a través de la consulta pública que anualmente hace para definir el presupuesto del estado, lograr obtener la información de las personas que en los municipios que están desarrollando alguna innovación, a la que popularmente la gente llama invento, ese inventario es relativamente fácil lograrlo a través de los consejos comunales ,de las diferentes misiones y las alcaldías, donde hay permanente contacto con la comunidad.
Parece increíble y paradójico, pero generalmente la solución a los muchos problemas que se presentan en la comunidad, tiene la respuesta ahí mismo, lo que falta es la experticia de algún facilitador, que estimule y anime a los innovadores, que en definitiva no son otra cosa que solucionadores de problemas.
Un programa estadal de estímulo a los innovadores, no tiene porque verse como una carga económica para el presupuesto de la gobernación, que de por si es ya alta; para ello existe la ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, la cual a través de su ministerio de adscripción, tiene una masa de dinero lo suficientemente fuerte, obtenida con aportes del sector público y privado, a la cual se puede acceder presentando proyectos factibles y pertinentes, que promuevan el talento regional de los innovadores. humogria@gmail.com
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