Enviado el jueves 22 de mayo de 2014 Por: Juan Alberto Sanchez El próximo domingo 25 de mayo, Colombia estará en un proceso electoral muy particular y con varios escenarios políticos interesantes, según se desprende de los últimos acontecimientos que han venido dibujándose en la recta final de la campaña electoral.
Para Venezuela en general y muy particularmente para la frontera, estas elecciones estarán definiendo el andar de los próximos cuatro años del gobierno Colombiano y Venezolano, y será la frontera como siempre el mejor termómetro para medirla.
Hasta el fin de semana pasado, las cuatro principales encuestadoras de Colombia le daban 29.5 por ciento a Oscar Iván Zuluaga que representa a la extrema derecha o como ellos se denominan Centro Democrático y 28,5 por ciento al Presidente candidato Juan Manuel Santos; Pero no se sabe cómo habrá cambiado la intención del voto con la publicación de un video en la revista Semana, en el cual deja entre dicho la candidatura de Zuluaga por la gravedad de su contenido y las implicaciones nacional e internacionalmente que implica.
Todas las opiniones y comentarios políticos señalan un empate técnico entre las dos visiones políticas, la de Santos que representa las Elites de Colombia y la de Zuluaga que representa el autoritarismo, y además el ingrediente de una alta polarización nunca vista en Colombia sino en los años 1946 y 1947 entre Liberales y Conservadores; las demás candidaturas están con bajo porcentaje y la la izquierda agrupada en El Polo Democrático sigue con su 8 por ciento de siempre; La candidatura del Centro Democrático impulsada y promovida por su mentor el ayer Presidente de Colombia y hoy senador electo, Álvaro Uribe Vélez, quien con su característica autoritaria, arrogante y valentonada, ha dicho todo lo que ha podido hasta lograr posicionar a su pupilo Oscar Iván Zuluaga en el primer lugar de opción la presidencial, para ello usa y usó lo que todos los políticos conocen y practican como es la guerra sucia.
En esa guerra sucia, Uribe, señala la infiltración de dineros “calientes” (narcotráfico) en la campaña de Santos a través del estratega en campañas sucias JJ Rendon y además Uribe lo señala de ser el artífice de toda una campaña diabólica en contra de su ventrílocuo Oscar Iván Zuluaga, pues curiosamente este JJ Rendón es el mismo que Uribe Presidente y Santos Candidato buscaron en los anaqueles de la política internacional, para que destruyera suciamente a Antanas Mokus que casi le gana a Santos la Presidencia de Colombia y lo obligó a una segunda vuelta; pues bien, como dicen los juristas: a confesión de partes, relevo de pruebas.
A Venezuela y Ecuador se le vienen escenarios políticos difíciles e interesantes en un eventual gobierno de Oscar Iván Zuluaga, que es decir Álvaro Uribe Vélez, y eso solo hay que analizarlo a la luz de toda la peripecia que ambos países vivieron con las relaciones de Hugo Chávez y Álvaro Uribe, donde Colombia y Venezuela estuvieron muy cerca de un enfrentamiento bélico por obra y gracia del valentonado Uribe, quien siempre ha contado con la bendición y el apoyo de los Estado Unidos; solo recordar cómo se atrevió Uribe a mandar sus gendarmes hasta Venezuela y allí en Caracas realizar una operación de secuestro al guerrillero Rodrigo Granda y luego llevarlo por tierra hasta Cúcuta; y la operación de violación del espacio aéreo y territorial de Ecuador, para asesinar con bombardeos aéreos a Raúl Reyes segundo hombre de la guerrilla de la FARC, siendo por cierto Juan Manuel Santos su Ministro de Defensa, son dos eventos que deben tenerse siempre presente.
Por eso con cualquiera de los dos candidatos del status quo en la presidencia de Colombia es poco lo que puede esperar Venezuela en buenas relaciones, pues es Santos junto a su mentor Uribe los responsables de haber permitido a los Estados Unidos el traslado de las bases militares que tenían en Ecuador a Colombia y por eso desde ahí actúan permanentemente con el Comando Sur y aviones no tripulados “monitoreando” parte del territorio venezolano.
Este domingo 25 de mayo, entrará Venezuela en una nueva fase de revisión y estudio geopolítico de las relaciones con Colombia de acuerdo a los resultados que se obtengan, en todo caso será la frontera Colombo Venezolana la que volverá a redefinir su actuar tan dinámico y complejo, a sentir en su propio lomo los vaivenes de Bogotá y Caracas.
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