Por: Carlos García
El Gobierno Nacional está dando la batalla contra la especulación, el acaparamiento y la operación morrocoy en la producción, que ha emprendido la oligarquía contrarrevolucionaria, para crear las condiciones de desestabilización del país y dar su zarpazo contra los logros alcanzados por el pueblo.
También vemos los grandes esfuerzos que hace el Gobierno estadal Táchira, contra este flagelo creado por el golpismo fascista de la derecha antipatria.
Lo que no vemos es la acción de la Alcaldía Jaureguina, que al parecer está haciendo el papel del camarón dejándose arrastrar por la corriente, peligrosamente está de manera consciente o inconsciente, comprometiéndose con la reacción, al dejar hacer y dejar pasar, en cuanto a precios, escasez artificial y contrabando, aparte de la corrupción que campea en buena parte de mercales y pedevales del municipio, y claro también de otros municipios.
Encontramos en La Grita, y algunas zonas rurales, abastos y bodegas que esconden productos y luego los venden de manera casi clandestina elevando los precios tres, cuatro y hasta cinco veces: por ejemplo en varias bodegas y abastos venden la leche en polvo hasta en 130 bolívares, la harina de maíz en 15 y hasta 20 Bolívares, el aceite entre 25 y 50 Bolívares, el papel toilette a 40 bolívares el paquete de 4 rollos de la peor calidad, incluso hay ventas en casas particulares a esos mismos precios.
Nos preguntamos cómo si hay escasez por falta de producción (argumento empleado por el fascismo en su intento de justificar el acaparamiento y alto costo de los productos) estos abastos, bodegas y particulares tienen los productos pero a precios exageradamente altos? Eso demuestra que no es ninguna escasez la causa, sino el acaparamiento y el afán de lucro fácil de la oligarquía, pues con la estrategia “matan dos pájaros de una pedrada”: Obtienen enormes ganancias explotando al pueblo y molestan al pueblo para lanzarlo contra el gobierno con miras al asalto del poder por cualquier vía, preferiblemente la violenta, al estilo Chile de Allende.
Es necesaria de manera urgente y permanente la vigilancia por parte de La Alcaldía de estas fallas, actuando de manera diligente, haciendo que INDEPABIS, se apersone en la localidad y junto a los organismos competentes proceda a controlar el mercado y castigar a los culpables de los mecanismos de especulación, acaparamiento y hasta chantaje que usan algunos distribuidores y comerciantes.
Esto no es sólo con los alimentos, también se dan comúnmente con materiales de construcción: cemento vendido el saco hasta 150 y 200 bolívares, cabilla, hierro, etc. Pero para contrabandearlo hay de sobra. Y acá preguntamos cómo es que los puestos de vigilancia de la Guardia Nacional Bolivariana, dejan pasar de regreso, para llevar a Colombia, incluso camiones de cemento? ¿Cómo es posible que las mafias combinadas con los factores políticos de oposición, pueden contrabandear casi a la luz pública de todo, hacia Colombia?
Y entonces, el mandato, o mejor dicho los mandatos de la Ley del Régimen Municipal, dónde quedan? Van a seguir siendo letra muerta para los funcionarios de nuestra alcaldía Jaureguina? Y Los mecanismos previstos en la Ley de Costos y Precios Justos, para que van a servir?
Hay una escalada frontal contra la comida del pueblo por parte de la Oligarquía Golpista, que debe ser parada en seco, destruida, por el pueblo y por los intereses superiores de la Patria. No pueden, no deben las autoridades competentes meter la cabeza bajo el ala, al estilo avestruz, mientras el Golpe Económico avanza contra la Revolución Bolivariana.
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