(Por: Juan Alberto Sanchez Garcia) La vorágine que arrastra la
Venezuela de hoy está poniendo a prueba
las capacidades de todos quienes bajo este cielo Americano vivimos. Sobran ya los sesudos análisis de
las causas que nos condujeron a esta situación,
pero sí se vislumbran las
consecuencias que estamos empezando a vivir y no nos las están contando, somos
actores y espectadores de primera fila.
La repercusión internacional de
nuestra situación atrajo al Papa Francisco que sin titubeos y como él sabe
hacerlo, con su recia personalidad y convencimiento lanzó este miércoles desde la plaza de San Pedro en
Roma un llamado a los responsables políticos y al pueblo venezolano para que
hagamos el esfuerzo de resolver esta confrontación y por eso nos dejó esta
conseja: “yo espero vivamente que cesen lo antes posible las violencias y las
hostilidades y que todo el pueblo venezolano comenzando por los responsables
políticos e institucionales, se movilicen para favorecer la reconciliación
nacional”
Hay quienes creen aun, que no estamos cerca de una confrontación de
mayores proporciones donde todos perderemos y ya vemos lo que está sucediendo, por eso el papa
Francisco enseña con su humildad y sinceridad que lo caracteriza que un acuerdo
de paz y tranquilidad nacional es la solución.
Dada la actual coyuntura,
pareciera muy difícil lograr mínimos acuerdos de tranquilidad y gobernabilidad,
pues cada una de las partes se considera tener
plena razón y eso lamentablemente no nos conduce a buenos destinos.
Mandela insigne hombre del mundo
dejó enseñanzas y aprendizajes de singular importancia y su verbo diario estuvo
basado en la reconciliación al decir “el
perdón no cambia el pasado, pero si el futuro de una nación”.
Hacer los mayores esfuerzos
sinceros por la paz, la reconciliación y el convivir de todos los venezolanos,
es una tarea impostergable de todos y cada uno de nosotros, reconociéndonos y
perdonándonos por igual, solo así será
posible encontrar nuevamente el camino de la felicidad que ha acompañado por
siempre al pueblo venezolano; quien crea que alimentando el rencor y la
venganza se llegará al feliz camino de la paz,
está muy equivocado.
El verbo encendido por más que se
tenga la razón no es la solución y eso es lo que en estos tiempos estamos
viendo, la fuerza tampoco nos conduce a lograr la paz, solo el entendimiento,
la reconciliación y el perdón reciproco, nos puede conducir al encausamientos
de tanta diatriba y el pueblo venezolano a obtener la victoria con la paz.
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