Imitas los procedimientos de la revolución de colores, pero desconoces los colores de nuestra revolución. Seguro defiendes una clase que no es tu clase, la dominante. Crees que luchas por la falta de estudios sin percatarte que donde estudias el estado te lo da todo, próximamente hasta una tabla para que en ella sigas "retuiteando". Repites como autómata que en Venezuela, tu país, mi país, no hay libertad de expresión. Alientas los diseñados planes de los saqueadores que ven en nuestro petróleo una presa apetecida para palear su crisis, pero no has entendido que con ese petróleo se compran los autobuses que te llevan a clase, los alimentos para que comas en tu comedor de la universidad, y hasta cancela la pensión de tu abuelito o abuelita que te quiere tanto y te da parte de ella para que te des gustos y "no pases necesidades".
Cuando quieres te ríes de los militares, de los guardias, de los funcionarios, de tus vecinos. Si puedes los acosas, porque sabes q ellos están obligados a la paz, no a disparar, sin importar que entre ellos estén tu padres, familiares o amigos. Te ciegas y maltratas a los tuyos con euforia, es la moda traducida en adrenalina, catarsis, anarquía, risas más risas, aventuras, conquistas, territorios, barricadas, oscuridad, muerte, lamentos y humo.
Humo en que también se traducirán las falsas esperanzas que te sembraron. Las heridas, humo, todo se vuelve humo....
Oscar Duque
Director de Cultura del Estado Táchira
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