Las Drogas nos están ganando La Guerra

Estrategia silenciosa de dominación norteamericana (Parte II)

(Especial-Carlos Suárez CNP. 7.116).- No hay que ser tan inteligente para NO  entender lo bueno y lo malo del mundo que nos rodea. De NO entender que los gobiernos de los Estados Unidos, les hacen mucho daño a los países latinoamericanos a través de cualquier estrategia de dominación, bien sea por el camino de la guerra, invasiones, contaminación de virus, venta de armas, venta de enlatados o películas preñadas de sexo, drogas y violencia.

Esta estrategia de dominación  a nuestros pueblos hermanos, que cada vez se tornan más agresivas, bajo la mirada cómplice de los Medios de Comunicación  Internacional (Agencias Internacionales de Prensa),  donde tales políticas de la CIA y de los gobiernos gringos, van  incorporado en el tiempo nuevas formas de dominación a través de estrategias psicológicas, militares, políticas y religiosas, entre otras.

Esta doble moral de los gobiernos estadounidenses cuenta  con seguros aliados que hacen vida alegre en territorio norteamericano: Entiéndase, La Organización de Naciones Unidas-ONU, la Organización de Estados Americanos-OEA, el Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión de Países Europeos-UPE y, por ende, la Organización del Tratado del Atlántico Norte-OTAN. Ciertamente, estamos hablando, no de una Potencia de Dominación Mundial, sino el país que ha sabido aprovecharse de las cuantiosas riquezas que poseen los países latinoamericanos como: Uranio, Oro, Hierro, Acero, Cobre, Aluminio, Petróleo, Gas, Piedras Preciosas, Agua dulce y Tierras fértiles, entre otras.

Estos gobiernos de doble moral de los Estados Unidos son tan insensibles que en los últimos años vienen  lanzando virus a la atmosfera para provocar grandes enfermedades y catástrofes; con el único objetivo de que sus empresas o laboratorios multinacionales puedan vender el producto como pan caliente en los pueblos latinoamericanos. Medida  adoptada  como nueva  estrategia de guerra psicológica en la Patria de Bolívar. Paralelamente, siembran drogas, venta de armas, telenovelas, modas, música, sexo, películas de violencia,  politiqueros de oficio pagados por la CIA y, para que no queden dudas, candidatos opositores a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, golpistas, relacionados con el narcotráfico y homosexuales.

Venta de Armas, contaminación Policial, PTJ y Guardia Nacional, y desmantelamiento de las Fuerzas Armadas-FFAA

La venta de armas, en principio, a las bandas armadas del narcotráfico constituyó un negocio multimillonario para financiar las campañas a los políticos de turno, negocio lucrativo para los militares, policías paralelas que controlaban a los revoltosos de la izquierda que hacían vida en las distintas  universidades del país. Esta venta de armas por parte de los perros de la guerra del norte no se hizo, pues así lograrían desgastar las policías políticas de los gobiernos de turno, por aquello de la injusticia de la justicia.

La maldita Democracia Representativa también permitió con el correr del tiempo que  los policías metropolitanos, Disip, PTJ y Guardia Nacional  honestos fueran renunciando, otros bajaron la guardia y, la gran mayoría consiguieron engancharse a las mafias políticas que aún perduran. Estas mismos funcionarios públicos de las armas se contaminaron, en otras palabras entraron en los negocios sucios y también  engrosaron las estadísticas de las muertes violentas por estar incursos en hechos de corrupción, venta y consumo de drogas, protección de delincuentes, venta de armas, cuerdas flojas o soplones de la sociedad civil ante los delincuentes, muertes por encargo, integrantes de bandas armadas roba carros, y otros tantas desmanes que ha logrado conocer la sociedad civil gracias a los medios de comunicación social, de aquella época,  que valientemente investigan los hechos hasta sus últimas consecuencias, lógicamente,  contando con jueces honestos.

También podemos dar fe que la estrategia de los Estado Unidos de lograr contaminar los entes policiales, militares, educativos, religiosos, deportivos y culturales; de todos los extractos sociales. Recordamos del asesinato del colega locutor Renny Otolina de manos de la Policía Técnica Judicial-PTJ o “Grupo Gato” que manejaba Molina Gásperi. El Libro “Cuatro Crímenes y Cuatro Poderes” del Dr. Jesús Mormón León, habla por si sólo de la contaminación de los poderes del Estado.  Este servidor pudo comprobarlo al prestar el Servicio Militar, en la Dirección de Inteligencia de La Marina de Guerra de Venezuela, pues una vez que llegué a la Escuela de Grumetes en Catia La Mar, ya existían drogadictos, malandros, ladrones, enfermedades endémicas, envidia, egoísmo, mezquindad y odio. Estoy hablando del Contingente 68-Bravo, voluntario. La corrupción en las Fuerzas Armas Venezolanas trastornó la honestidad de muchos militares con vocación de servicio, hechos apoyados por extintos senadores y diputados, quienes no sólo apoyaban estos desmanes, sino que ya los espacios militares de la época traficaban con las drogas, contrabando, trata de blancas, juegos de envite y azar, homosexualidad, generales que se enriquecían de la loche a la mañana a costillas de la mala alimentación que recibían los soldados de los cuarteles. Todos estos robos a la nación trajo como consecuencia el enriquecimiento ilícito de cientos de generales de la época. Quien se atreviera a denunciarlos iba preso y eran execrados de las FFAANN. Sonados casos de corrupción administrativa en las Fuerzas Armadas Venezolanos, ventilados por los Diarios Capitalinos El Nacional, El Universal y otros, donde la política corrompida del generalato debilitó a las FAV, la desmoralizó, la degradó, es decir, la colocó por el piso. Especialmente, cuando la señora Blanca Ibáñez, la condecoraron con el Gran Cordón del Libertador, dama colombiana de nacimiento y amante del borracho presidente de la República de Venezuela, Jaime Lusinchi. La amante de Lusinchi se vistió de militar y en su cuenta personal ascendió a 6 generales de pantaletas, sin mérito alguno, quienes disfrutaron de tal distinción jugando barajas, dominó, billar y otras menudencias, en los galpones del Fuerte Tiuna, mientras esperaban por su jubilación. Esa era la Sodoma y Gomorra, perdón la Venezuela de la cuarta república plagada de alimañas. (Especial-Carlos Suárez-CNP. 7.116).-