(Por: Juan Alberto Sánchez García) Finalizada ya la primera etapa de
esta ronda de conversaciones y acercamientos entre una representativa parte de
actores y factores que hacen vida en el estado Táchira, con el fin último de
producir acuerdos y aproximaciones a la Conferencia de Paz, pudiera inferirse
que se comienzan a abrir espacios de gobernabilidad democrática, sí y solo sí
hay la disposición a poner en práctica lo aquí acordado junto a los acontecimientos que la dinámica política y
social vaya presentando.
Fueros varios días de jornadas de
largo aliento y profunda convicción de que sí es posible convivir en medio de
la diversidad del pensamiento, pero teniendo claro que el país necesita
replantearse el norte al que se dirige y
que debe gozar del apoyo de sus
ciudadanos.
Se instalaron 9
mesas categorizadas en las principales áreas del quehacer regional, tratándose
aspectos de Salud, Educación, Seguridad, Fronteras, Agricultura, Turismo,
Industrias, Comercio, Vialidad,
Transporte, Abastecimiento,
Alimentación, Cultura, Deportes y medios de comunicación, entre otros, con la significativa
participación de Ministros, Vice Ministros, Directores de Línea, el Gobernador
del estado con su tren ejecutivo; por otro lado hubo una activa participación de la comunidad
tachirense a través de diferentes gremios y organizaciones.
Sirvió este
escenario para compartir las diferentes visiones que sobre el desarrollo
regional tiene sus propios actores, ahí surgieron una serie de planteamientos y
solicitudes que fueron decantándose para brindarle a través del Ejecutivo
Nacional y Regional, las posibles soluciones a corto, mediano y largo plazo, con
las cuales se pueda enrumbar el estado Táchira por senderos de bienestar
económico y social.
Puede
apreciarse en el documento final, el abanico de planteamientos efectuados en
cada una de las mesas de trabajo de acuerdo a su área, sobre la base de necesidades muchas casi
apremiantes para poder salir adelante, son compromisos que deben servir para
bajar la desconfianza.
Fue y es un
ejercicio que los ciudadanos debe hacer siempre que se necesite, porque sirve
para acercar a las diferentes comunidades sobre un objetivo central, en este
caso, sacar al Táchira del marasmo en que se encuentra metido; a todos,
absolutamente a todos quienes aquí viven, les interesa un territorio de paz y
progreso ciudadano.
Las discusiones
en las mesas de trabajo generaron compromisos concretos que al decir de los
participantes, deben servir para aliviar
las tensiones por las que hoy pasa el pueblo tachirense, y muy particularmente
los ciudadanos de San Cristóbal.
Los ojos y las
esperanzas del pueblo tachirense están
puestos en estas mesas de dialogo en torno a la Conferencia de Paz, hay el
compromiso ineludible de echar adelante
esta barca, con las propuestas y soluciones que se concertaron en estos cuatro días de actividad, que no
vaya a ser una catarsis más frente a la actual coyuntura ni un diálogo de
sordos.
Jugará un papel determinante el seguimiento y
contraloría social de la comunidad y los actores participantes, para que se cumplan las aspiraciones y
compromisos adquiridos en estas jornadas de paz.
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